Estamos en muy buena fecha para parar, recoger toda esa energía que se nos ha desparramado con Sagitario, y hacer una pequeña introspección. Si ponemos atención, podremos descubrir cosas interesantes sobre nuestro ser interior. Además, la energía de capricornio nos ralentiza y nos favorece para que demos este paso, nos recompongamos y centremos nuestros esfuerzos en conseguir las metas que nos fijemos para 2024.
Por eso es bueno que, ahora que nos acompaña una energía eminentemente práctica, cardinal, que nos lleva a concretar, cojamos un papel y un boli y hagamos una lista de esas cosas que anhelamos conseguir y nos lo propongamos como un reto personal. Pero, ¿lo haremos de cualquier manera? Permitidme daros una sugerencia.
¿Qué es un contrato cósmico?
Un contrato cósmico es una metáfora o una idea espiritual que refleja un compromiso personal con el universo o el cosmos para manifestar intenciones, metas o deseos en la vida. Es una expresión simbólica de tu voluntad para alinearse con energías o fuerzas cósmicas y lograr un propósito específico.
Os invito a que le deis forma de ritual: coged una vela bonita, que os inspire, cerrad los ojos cinco minutos para conectar con vuestro yo interior y tomad fuerzas para adquirir el compromiso de remar en la dirección que nos hemos marcado.
Vale, y ahora… ¿cómo lo escribo?
Esto es un tema muy personal y existen multitud de posibilidades y estilos. Prueba a ponerte delante del folio en blanco y esperar a ver qué te sale. En el caso de que no te sintieras inspirad@, te dejo un modelo de contrato que puedes utilizar. Hay que ser concretos, claros y precisos con las cosas que pedimos, puesto que cuanto más claro lo tengamos, mejor entenderá el Universo el mensaje que le estamos lanzando y lo que le estamos pidiendo.
Además, también nos sirve a nosotros para ordenar nuestras ideas y priorizar aquellas con las que nos sentimos más en línea.
Tenemos que recordar que, al tomar este paso, estamos adquiriendo un compromiso. Así que pongamos todas nuestras energías en ello y evitemos hacerlo al tuntún.
Como ejemplo, podemos escribir algo así:
En este momento especial, hago un contrato cósmico con el Universo. Prometo reflexionar sobre mis metas y deseos para el próximo año. Me comprometo a escribir mis propósitos con sinceridad y claridad. Al redactar mis propósitos, los sellaré con la intención de llevarlos a cabo con determinación y pasión:
Propósito 1
Propósito 2
…
Con este pacto, abrazo la magia de la creación y confío en que el universo conspira a mi favor.
El mejor futuro posible siempre, gracias.
Os repito que este es un ejemplo que os pongo, pero hay muchos estilos. Hay quien se siente cómodo escribiendo mucho, y hay quien decide poner dos líneas y ya está. Depende de cómo seas, aunque insisto en que las ideas deben recoger todos los matices que consideres oportunos para centrar el mensaje. Eso sí: muy importante agradecer, siempre.
Aunque solo sea por aclarar nuestros propósitos, merece la pena hacer este documento. Cuando terminemos, dejaremos que la vela se consuma por completo (si hiciera falta, en varios días). El contrato se debe guardar en un lugar seguro, y al finalizar el año, se deberá revisar para ver si hemos cumplido nuestros compromisos.
El año que viene, por estas fechas, podremos ver si nuestro esfuerzo ha dado sus frutos.