Llevo aproximadamente una semana intentando escribir sobre la luna, y todo lo que escribo, lo emborrono, lo corrijo, escribo en los márgenes, cambio de hoja y vuelvo a empezar.
Quizás sea porque, al conectar con la energía lunar, perdemos nuestra dirección, se nos nubla el intelecto, y sólo nos apetece refugiarnos donde nos sentimos seguros. Y entonces, dejo de escribir, me pongo a dibujar, y de tanto en cuanto, hago un viaje a la nevera.
Así como el sol nos lleva a diferenciarnos, a brillar y a destacar, la luna, que tiene muchas menos pretensiones de gloria, lo único que quiere es permanecer en su zona de confort, anclarnos al pasado y mantenernos a salvo.
¿Por dónde empezamos a hablar de esta energía, que es pura sensación inconsciente?
Algo de astronomía lunar:
La luna es el astro que más rápido va de todo el zodíaco, y su velocidad media es de 12,5 grados al día. Todo un récord si lo comparamos con el sol, que avanza aproximadamente un grado diario. Su ciclo sinódico (de luna nueva a luna llena) es de 29 días y medio, y tarda 27 días en dar la vuelta completa a la tierra (ciclo sideral).
Por tanto, en unos 29 días, nos toca todos los planetas, y nos los menea pero bien. Pero como ocurre todos los meses, lo hemos interiorizado tanto que ya lo hemos vuelto inconsciente. Apuntad esta palabra, que es una de las favoritas de nuestro satélite.
La luna y el cuerpo físico:
El sol está conectada con la parte divina que hay en nosotros, pero la luna es más de “andar por casa”, e influye de lleno en cosas mundanas y triviales de nuestro día a día.
La luna está relacionada con el cuerpo físico y con sus los procesos vitales. Un ejemplo muy claro de esto es la menstruación. Esto las mujeres lo sabemos bien, ya que en un grupo de mujeres que viven juntas o tienen mucha relación, es habitual que se “sincronicen” sus periodos, generalmente con la menstruación en luna nueva o luna llena. Sin embargo, el estrés, la alimentación y el estilo de vida pueden influir y alterar estos procesos naturales.
Si perdemos la conexión con la luna, la perdemos también con nuestro cuerpo y la necesidad de cuidarlo. Por eso cuando estamos anímicamente mal, nos alimentamos mal, lo que nos lleva a dormir peor, a sentirnos peor, y entramos en un círculo vicioso del que es difícil salir. Con la luna, todo es cíclico.
La luna en astrología:
Hay un vasto estudio en lo que respecta a esto. Hay muchísimos autores muy buenos que han sacado infinidad de libros, así que me voy a limitar a las cuestiones que yo encuentro más prácticas y más básicas en lo que respecta a ser más conscientes de nosotros mismos, que es mi principal objetivo.
La luna es nuestro mundo emocional, pero dicho así, suena bastante difuso. Dentro de todo este maremagnum de ideas que representa el mundo lunar, yo me quedo con 4 ideas principales:
1. La luna en astrología se asocia con nuestras reacciones instintivas al entorno. Es nuestro instinto de supervivencia.
2. Por otro lado, recurrimos a la luna cuando necesitamos seguridad. También nos da predisposición a sentir ansiedad si nos privan de aquello que necesitamos. Entonces, según en qué elementos esté o cómo la tengamos aspectada, recurriremos a la comida, a una pelea con la pareja, o a alejarnos del mundo para sosegarnos. La luna es nuestro “chocolate emocional”. El signo y la casa de la luna nos dice qué nos hace sentirnos seguros.
3. La luna también representa nuestro alimento emocional, es decir, por una parte, “¿qué me nutre?” y por consiguiente, “¿cómo nutro yo a los demás?” Esto es básico para relacionarnos, sobre todo con nuestros vínculos más cercanos.
Es habitual que la luna espere de la pareja cierto comportamiento, y no lo pida, porque lo considere “obvio”. Ejemplo, una luna en aire quiere hablar y observar cosas bellas, y una luna en agua quiere fundirse e intimar. Entonces la luna en aire piensa “¿intimar? ¡Qué dices! Mejor me voy un rato por ahí a coger aire”. Y la luna en agua se siente totalmente abandonada e incomprendida. Tenemos que aprender a pedir lo que necesitamos, para que nuestra luna no sufra.
4. Es también nuestra visión de lo femenino, nuestra madre y la relación que tuvimos con ella. Si tuvimos una buena acogida en este mundo, y nuestra madre supo contenernos de forma que nos sentimos seguros de bebés, pensaremos que el mundo es un lugar genial y saldremos a él llenos de confianza.
En cambio, si nuestra madre estuvo agobiada por estrés, responsabilidades y problemas, y no pudo cuidarnos como nosotros esperábamos, esa salida al mundo estará llena de inseguridad y miedo, y pensaremos que el mundo es un lugar peligroso del cual hay que protegerse. Esto suele venir determinado por los aspectos tensos a la luna (cuadraturas, oposiciones, quintiles y quincucios). **yo uso estos aspectos, pero cada uno que vaya probando**
Si no detectamos nuestras necesidades lunares, generamos angustia, y si seguimos ignorándola, entonces se desatan comportamientos compulsivos que nos dominan. Liz Greene en su libro “Los luminares” habla de “Funcionamientos lunares defectuosos”, como por ejemplo comer, trabajar, o fumar copulsivamente; acumular dinero por un miedo irracional a la pérdida material; apegarse a la madre o a la familia, o seguir una filosofía o ideología radicalmente. Los nacionalismos también están regidos por la luna.
Aspectos tensos de la luna:
A veces, leemos las características de la luna, por ejemplo, una luna en Aries, que debería hacer a la persona movida, audaz y peleona, pero esta es más bien pasiva y callada. Podría ser que el ascendente o el sol atemperan un poco las características de este signo tan fogoso. Pero también podrían ser ciertos aspectos que obstaculicen la expresión natural de nuestra respuesta ante la vida.
Aspectos tensos de la luna y el sol: nos crea un conflicto entre ser nosotros mismo y nuestra necesidad de seguir nuestro propio instinto. Crea muchas dudas y tensión interna.
Aspectos tensos de la luna con Mercurio: da problemas de comunicación con la madre, lo que deriva en falta de seguridad en nuestra propia inteligencia o en nuestra capacidad de comunicarnos, al sentir que no nos entiendieron de pequeños.
Aspectos tensos de la luna con Venus: hay un conflicto entre lo que nos parece atractivo y lo que nos da seguridad, por lo que podemos elegir como parejas a personas que nos ofrezcan seguridad, pero no nos atraigan.
Aspectos tensos de la luna con Marte: generan peleas entre madre-hijo, o creen que su madre les atan muy en corto y se sienten limitados. De mayor, podemos sentir que nuestras relaciones no nos dejan el espacio que necesitamos.
Aspectos tensos de luna con Júpiter: genera relaciones extremas entre madre-hijo, un día nuestra madre es la mejor, al día siguiente, la “peor madre del mundo” (esto me lo dice mi hija todos los días, que tiene luna cuadratura Júpiter).
Aspectos tensos de la luna con Saturno: vemos a nuestra madre como una persona fría, rígida, preocupada constantemente, con lo cual de mayor podemos poner barreras a la hora de intimar con la gente o podemos ser muy inseguros. Hay un desapego emocional para no sentirnos abandonados.
Aspectos tensos de la luna con Urano: sentimos a nuestra madre como algo que no nos da seguridad, porque “aparece” y “desaparece” (por circunstancias laborales, o personales…). Hay un miedo a la hora de confiar en una persona a nivel íntimo. Se crea conflicto entre la intimidad, y la libertad.
Aspectos tensos de la luna y Neptuno: hay falta de límites entre la madre y el niño. Se vive como si ambos fueran uno. A la persona, cuando crece, le cuesta ser independiente. Pueden darse toda clase de dinámicas neptunianas como victimismo, sacrificio o dependencia emocional.
Aspectos tensos entre la luna y Plutón: El niño es capaz de sentir el enfado, la ira, y toda clase de sentimientos “poco amables” de la madre, y le tiene miedo. Pero, a la vez, ama a aquella persona por la que siente temor. Entonces, cuando crezca, en las relaciones, buscará a personas cuando menos complicadas que harán de catalizadores, y como resultado vivirá crisis y grandes transformaciones.
Luna no aspectada:
Cuando la luna no recibe aspectos mayores de ningún otro planeta, hay una relación inconsciente con la madre y poca comunicación con ella. La persona no sabe contenerse ni alimentarse. La luna no aspectada se presenta de manera más pura, inconsciente y arquetípica, porque no se “contamina” con tintes que le puedan imprimir otros planetas. Puede llevar a la persona a un comportamiento más compulsivo.
Curiosidades sobre la luna:
En la astrología tradicional, la luna se asocia a los ritmos naturales de la vida. También está asociada a la noche y a los sueños, y a todo aquello que se escapa a la razón. La histeria.
Rige los lunes, el color plata, y los rituales. Rige al pueblo llano, frente al rey y a la nobleza, que está regido por el sol.
También es la reina de los ancestros y nuestras raíces, y los nacionalismos. El congreso de los Diputados está regido por Cáncer, el signo de la luna, que en origen fue un organismo creado para defender los derechos del pueblo.
La luna rige el signo de Cáncer, y se encuentra en exilio en el signo opuesto complementario, es decir, en Capricornio. A su vez, está exaltada en Tauro, y se encuentra en caída en Escorpio.
Tradicionalmente también, la casa de su gozo es la casa 3, y la casa 9 sería la casa de su tristeza. Esto significa que la luna está muy cómoda en una casa donde priman los hermanos y el entorno inmediato. Por otra parte, la casa 9, en la que se manejan temas simbólicos, filosóficos o viajes largos, asociada al aventurero Sagitario, no casa tan bien con la naturaleza sensible y conservadora de la luna.
Técnicas de prognosis asociadas a la luna:
La luna está presente en todas las técnicas, pero hay dos en las que yo la encuentro particularmente significativa.
En la “revolución lunar”, que se puede sacar cada mes, puedes observar los altibajos emocionales que puedes sufrir a lo largo de los 29 días según con qué planetas aspecte, el ascendente de la carta y la situación de la luna por casa y signo. Básicamente se lee igual que una revolución solar, pero el resultado es que es una carta más psicológica, más íntima.
En las progresiones secundarias también, la gran protagonista es la luna, y también son procesos de evolución personal.
Como veis, es un tema extenso y que abarca muchos campos, ¡y a mí me gusta explorarlos todos! Me gustaría cerrar el post animándoos a explorar vuestra luna, porque para que el sol pueda brillar, es necesario que pongamos en orden nuestras emociones, nos responsabilicemos de ellas, y sobre todo, llevemos más consciencia a nuestro día a día.
Puedes echar un vistazo a estas webs para más información: