Todos los planetas de la carta no funcionan igual ni tienen la misma destreza a la hora de desenvolverse en el nativo.
El estado cósmico de un planeta indica la calidad, es decir, el grado de facilidad o dificultad con la que la energía del planeta se puede expresar espontáneamente.
Es el resultado de la confluencia de dos energías, la energía planetaria con la energía del signo donde se encuentra.
Hay energías que se funden pacíficamente, como la mantequilla tibia en el pan, y otras cuya mezcla no resulta tan agradable, como echar gotas de agua al aceite caliente, por ejemplo. Por eso, algunos planetas funcionan mejor en unos signos que en otros.
Para ello, se pueden mirar las cualidades, las polaridades, y los elementos. Por ejemplo, un planeta de fuego, como es Marte, se desenvolverá mejor en signos de fuego, por afinidad. Un planeta expansivo, como es Júpiter, estará más a gusto en signos que permitan expansión (agua, fuego, aire) que en signos más rígidos como son los de tierra.
Tradicionalmente, se ha observado que ciertos planetas funcionan mejor con unos arquetipos que con otros, y de ahí, surgió la tabla de dignidades esenciales de los planetas. Aunque existen muchos aspectos, a no ser que vayamos a mirar algo muy concreto, podríamos resumir que los más importantes -y evidentes- son los siguientes:
Planeta en domicilio <— > planeta en exilio
Planeta exaltado < —> planeta en caída
Planeta peregrino: cuando no está en ninguno de los anteriores.
Vamos a verlos con detenimiento:
PLANETA EN DOMICILIO
Los planetas están en domicilio cuando se encuentran en el signo al que rigen. Ahí están en su hogar, porque la energía arquetípica del planeta y la energía arquetípica del signo coinciden. Digamos que en esta posición, en teoría, un planeta en domicilio se expresa fácil y naturalmente. Dentro del caso personal de cada uno, pudiera surgir alguna dificultad, por ejemplo, una cuadratura a Saturno o que el planeta esté en casa 12, que también dificulta su expresión porque lo hace más inconsciente.
Ej. Marte en Aries: el dios de la guerra, que es el impulso y la acción, se encuentra en aries, su signo, un signo luchador, pionero, y esencialmente activo.
Marte en Escorpio: Marte, que rige la sexualidad y el deseo, se puede expresar en todo su esplendor en este signo apasionado.
Para mí es más directa la equivalencia con Aries. Con Escorpio, aunque le veo cualidades Marcianas, arquetípicamente hablando hace pareja perfecta con Plutón.
PLANETA EN EXILIO
Un planeta está en exilio en el signo contrario al de domicilio, porque es su opuesto complementario: la energía del planeta es literalmente opuesta a la del signo. Las energías son disarmónicas y entran en conflicto. Hay que aprender a armonizarlo, y eso hace que el planeta sea más torpe.
Grado de expresión: relativamente complicado ya que el proceso de expresión no es directo y natural.
Siguiendo con el ejemplo de Marte, al estar en domicilio en Aries y Escorpio, significa que está en exilio en Libra y Tauro. Si ponemos al dios de la guerra en dos signos que buscan la paz y la armonía, se verá confuso y a menudo reprimido.
No significa que Marte no pueda ser fuerte, pero requiere de un tiempo y un aprendizaje para poder sacar esa fortaleza. Requiere que pasemos por un proceso de autoconocimiento y aprendamos en qué puntos nos cuesta expresar el planeta y con la ayuda que da la toma de consciencia, podamos darle relevancia y lo expresemos más acorde a su naturaleza.
PLANETA EXALTADO
La energía del signo potencia la energía del planeta. Esto hace que las cualidades del planeta se vean complementadas e incluso a veces se expresen de forma exagerada. La energía planetaria se expresa de forma fácil y “en abundancia”.
Tomemos como ejemplo a Marte: es una energía activa, pero dispersa. En su signo de exaltación, Capricornio, la energía es concentrada y dirigida hacia una meta, normalmente material: conseguir una casa, conseguir un buen trabajo, conseguir prestigio, conseguir comodidad y seguridad material… Marte se dirigirá hacia su meta con toda su energía y sin vacilar, disciplinadamente, hasta conseguir sus objetivos. Capricornio le da a Marte capacidad de reflexión, enfoque, y constancia. Los nativos con este emplazamiento tendrán que vigilar “no pasarse de rosca” con la energía Marciana.
PLANETA EN CAÍDA
El planeta está en caída en el signo opuesto al de exaltación, es su energía opuesta complementaria. Las cualidades del signo dificultan aún más las cualidades del planeta. Por tanto, si Marte se centraba en Capricornio, en Cáncer, se dispersa aún más y lo tiñe de emoción, lo que provoca que la energía sea más introvertida. A este Marte lo moverán temas emocionales, la familia, y el clan. La energía activa se vuelve defensiva.
Puede que Cáncer le baje un poco los humos a Marte. Nivel de expresión: difícil, si no se abordan las emociones.
Marte no es que sea débil, es más empático, y eso le frena a la hora de lanzarse sin control como podría hacerlo en otros signos más fogosos. Necesitará aprender a gestionar su mundo emocional y su capacidad para nutrir y nutrirse, que en principio no son cualidades afines a Marte, ya que el fuego no tiene tiempo para pararse a sentir.
PLANETA PEREGRINO
En el resto de signos, estará peregrino. Para saber qué tinte tendrá Marte, habrá que mirar el estado cósmico de su regente. Esto no significa que un planeta esté igual de a gusto en cualquier otro signo. Por ejemplo,
- Marte en fuego en un primer impulso, disfrutará con la energía Yan, activa y creativa de Leo y con el aventurero Sagitario. Aunque habrá que mirar dónde está el sol en caso de Leo, o Júpiter en caso de Sagitario.
- Marte en Piscis, signo de compasión infinita, sentirá un montón y se dispersará aún más. Tendrá un tremendo miedo a actuar y hacer daño, lo que podrá hacer que dilate sus acciones en el tiempo. Para más pistas, miraremos a Neptuno.
Y así podríamos seguir con todo el resto de planetas. Es muy interesante verlo en la carta de uno mismo.
Hay varios astrólogos a los que he escuchado que esto es “una tontería de los clásicos”. Bueno, es cierto que esto no es vital para interpretar una carta, pero aporta información. De entrada, un planeta que esté en caída o en exilio es más torpe, y le cuesta más expresar sus cualidades esenciales, porque se tiene que adatar a la energía disarmonica del signo. Si además ese planeta tiene varios aspectos difíciles como cuadraturas u oposiciones, no se desenvolverá tan bien como otro en domicilio.
En mi caso, que tengo varios planetas en exilio o en caída, he constatado que esto es así. Pero lo mejor es que cada uno experimente y vaya probando, y ajustando. ¡La vida es una experiencia!